Quiero manejar libre por estas calles que recorro tan seguido. El paseo entre vidas escondidas y desconocidas. La dicha de ver los arboles verdes perder sus hojas en el otoño y recuperar sus colores en la primavera. La desdicha de mirar la soledad y lo muerto del mundo cuando recorrro paso a paso este largo tramo para llegar a mi destino.
Quiero manejar libre pos estas calles y si voy por el sentido contrario no estallar contra aquel que viene del lado opuesto. Pero no puedo pedir eso porque, en sí, así es la vida; Siempre chocamos con aquellos que no siguen ni van por el mismo camino que uno.

En este recorrido por un mundo transparente e inexistente soy una vagabunda, una exploradora, una aventurera, una soñadora, que piensa poder llegar hasta el infinito, llegar a donde está el horizonte.

Manejar sin descansar, manejar libre y sin rumbo, hasta llegar al fin de mi existencia y volver a nacer en un mundo nuevo, un mundo que me deje vivir libre, sin leyes, sin reglas, sin choques.

Me siento capaz de ir por este sendero sin equivocarme en mis hipótesis.

Parece interminable esta anxiedad por ver la luz asomar.
Y de ir tan tranquila surge la desesperación despues de la exitación, y otra vez la tranquilidad. Y ya no puedo gritar. A veces pienso que camino contra mi voluntád, pero no. Soy yo quien lleva el vehículo; soy yo quien va en el volante, quien guía cada paso.

¿Por qué intento empujar a esos que van muy lento frente de mi? ¿O acaso soy yo la que va muy rápido? ¿Qué no basta con tantas veces que he sido castigada por ser tan apresurada? La paciencia es una virtúd de la cual padezco en gran cantidad; bueno, en ciertas cosas. Pero eso no es el caso... ¿o si?

Ayyyy... es impresionante la cantidad de gnte que me puedo encontrar por este camino. De gente muy tierna y respetuosa a gente loca y descontrolada. Y pensar que también aquí es el lugar donde me puedo encontrar con aquél con quien compartiré el resto de mi vida—eso si da miedo. Pero siempre, o casi siempre, yo me hago la idea de que aquí no es mi lugar y continúo por mi rumbo--Realmente en busca de no se qué. Si me regreso, en todo caso, no encuentro nada; No dejo nada, ni nada me espera.

En veces, y toca la casualidad que hoy es un día de esas veces, camino con hambre y sueño. Es muy peligroso. Si me duermo puedo cometer tonterías. Igual, hay mucha gente ahí nomas esperando que me duerma para aprovecharse de mi inconciencia. Y trato calmar mi hambre con otros pensamientos o con música, ya que mi hambre incontrolable puede llevarme a la locura (no es decir que no estoy loca).

Voy escuchando voces que me hacen pensar en ti, en el, en ella, en esto. Esto que no le veo razón ni sentido hasta que me doy cuenta que es mi mejor medicina. Y me hace olvidar que he venido soñando todo este tiempo.

Desafortunadamente al entrar en este cáos, recuerdo que despues del recorrido tan solo, aun hay vida y aunque quiera continuar y seguir adelante por ese rumbo explorando, aventurando, soñando, debo despertar y mirar la realidad. Por ahora aquí pertenezco. Aquí debo estar a hechandole ganas y trabajando para ser mejor cada día. Quizas un día podré salir de aquí y manejar por otros rumbos.