September 26, 2005
September 21, 2005
Happy 21st Birthday Saleha!!!
September 13, 2005
XtRañO
Míl caricias que le otorgas a mi cuerpo – me despiertas de un sueño profundo mientras pasan por mi rostro, mi cuello, mis pechos, mi cintura, mis piernas, mis pies....
Míl besos que regalas a mis labios – con su dulzura me alimentas de placer...
Míl miradas que nos damos – esas que presencian nuestro amor...
Míl entregas en míl horas – esas veces que parece nunca atardecer ni amanecer...
Míl fantasias aun no inventadas -- cumplidas de míl maneras...
Míl emociones sueltas en nuestro jardín...
Míl orgasmos que nunca tienen fín...
Míl ganas tengo de entregarme míl veces a ti...
September 12, 2005
volvi a soñar de ti
De mi debilidad me acoste en la arena y cerré mis ojos.
La arena me comenzo a devorar lentamente y bajo la arena caí en un profundo sueño.
Soñe que caminaba triste y sola por la calle recordando el amor de los dos.
Cuando de pronto a los lejos te miro y me palpita fuerte mi corazón.
Pero bajo mi cabeza y camino lentamente y con temblor porque tengo miedo irar que en tus ojos ya no hay amor.
Un pie camina hacia ti, otro camina hacia atrás, y me pongo más y más nerviosa por no saber que va a pasar.
Siento chorros de lagrimas salir de mis ojos, y recorrer lentamente por mis mejillas, mi cuello, mis pechos, mi cintura, y mis piernas, hasta finalmente acariciar mis pies.
Quiero parar de llorar pero no puedo. Con un gran esfuerzo levanto mi mirada para verte una vez más, y entre las nubes miro que caminas hacia mi, pero a tu lado va otra – otra que ya ocupa mi lugar.
Al sentir la explosión en mi alma y las llamas quemandome el interior caigo de rodillas al mar de mis lagrimas. Y me doy cuenta que llegó la hora de aceptar que te perdí para siempre.
Me resigno a amar, me resigno a vivir.
Me dejo caer boca abajo, me revuelco en el lodo y me alcanzo a escuchar que grito: “Dios llevame ya!”
Seguia llorando y revolcando mientras mi cuerpo lo sentía desintegrando. Luego escuché tronar el cielo y comenzó a llover. Y yo inmovil sentía la lluvia caer sobre mi bañandome de más angustia y debilidad. Comenzé a entrar en un sueño. Pero al sentir que me ahogaba desperte tociendo.
Miré que el agua en la bañera se comenzaba a tirar y la ducha aun estaba abierta. Me levanté rapido y escuché que mi compañera tocó la puerta y preguntó: “Todo está bien?”
Y yo, con una última lagrima rodando por mi mejilla y con la voz media cortada contesto: “Si, si, amiga. Todo está bien.”